Salona

La gran reforma del claustro alto y de la zona de celdas, coincidió la reforma de la orden llevaba a cabo a principios del XVII, que la llevó a separarse de la Abadía de Premontré, fundándose la Congregación Hispánica que es independiente del resto de la orden premostratense. 

Hacía 1636-1639, durante el mandato abacial de Hernando Saldívar se “trató de hazer el salón grande que por ser de labor antiguo artesonado amenazaba una gran ruina y así se puso en execucion derribándole todo y haziendole de bobeda como oy esta y enladrillando todo el suelo”. De esta forma, el antiguo salón situado sobre la sala capitular se convirtió en un gran espacio abovedado con crucerías de ladrillo, que recibió el nombre de “salona”. Sobre el ladrillo, se aplicó un estucado de yeso pintado con líneas rojas horizontales, que dotaba al espacio de una gran luminosidad. Escritos de la época mencionan que se trataba de uno de los espacios más vistosos entre los monasterios premostratenses castellanos. 

La función medieval de este espacio, que tenía unas dimensiones mucho menores, era servir como dormitorio común de los monjes, habitualmente situado sobre la sala capitular. Posteriormente, con la reforma global de la abadía, los monjes comenzaron a dormir en celdas individuales y este espacio se convirtió en la nueva sala capitular.

Destaca en su extremo meridional el fabuloso balcón barroco con vistas a las huertas y el rio Pisuerga.

Actualmente, comunica el claustro alto con el resto de alas del monasterio donde se ubican las aulas de los estudiantes del instituto y los departamentos del profesorado.