Marcas de canteros, inscripciones y epígrafes.

Las marcas de canteros son las firmas que se disponían en los sillares, con el objetivo de que cada cantero pudiera marcar su trabajo y cobrar por ello el estipendio acordado. Existen diferentes tipos, desde marcas más profundas y trabajadas, a otras simples y pequeñas. A la hora de identificar las marcas de cantería no debemos confundirlas con las llamadas marcas de colocación, que indicaban cómo debía ir dispuesto el sillar en la obra.  

En el caso del monasterio, gracias al análisis de las marcas de cantero, podemos constatar las claras diferencias constructivas y el reaprovechamiento de parte de un edificio anterior. Mientras que en los muros norte, sur y oeste existen una gran densidad de marcas que coinciden con otros espacios monasteriales, como sala capitular, locutorio, refectorio, etc. En algunos fustes o sillares aparece una marca muy concreta, una cruz patada que está ausente en otras dependencias. 

En la galería oeste del claustro además podemos observar varias cruces talladas. Esas cruces han sido interpretadas como marcas funerarias que señalan la existencia de un osario o la ubicación de una tumba situada bajo el suelo. Misma finalidad funeraria tiene una inscripción que hallamos en la misma galería, y que menciona “ERA MCCCXLVI (año de 1308) OBIT (muere) MIGUEL PEREZ CLÉRIGO DE VALLEGERA”.