En el centro del claustro se conserva un pozo de escasa profundidad al que se accede mediante tres escalones descendentes (colocados en el lado este). El brocal del pozo tiene una cronología medieval. Presenta una estructura formada por un zócalo cuadrangular en su parte exterior y circular en el interior. Las esquinas están decoradas con semicolumnillas con capiteles lisos. Este brocal recuerda a la pila benditera que se encuentra en el monasterio de Retuerta, también premostratense. El estado del brocal es bastante deficiente, pero atrae la atención de todos los visitantes que se asoman buscando hallar agua.
La pieza parece reaprovechada en época posmedieval cuando se construye el atractivo pavimento con formas geométricas de la actualidad, pues su encaje es bastante imperfecto.
A diferencia de otros monasterios, que disponían una fuente en el claustro para surtirse de agua, parece que aquí tiene más una función de evacuar el excedente de agua del monasterio, mientras que la función de obtener agua fresca es asumida por el arroyo, cuyo origen está en el manantial natural que brota de la peña. Arroyo del que emergían canalizaciones con el objetivo de distribuir el agua a través del edificio.