Numerosas son las claves de bóveda que podemos admirar en nuestro monasterio. Están situadas en diferentes dependencias, sobresaliendo las que se conservan en la iglesia, sala capitular y claustro.
La clave es la dovela central de una bóveda, pero suele ser de mayor tamaño que el resto. La clave se sustenta debido a su forma, ya que sus caras laterales están cortadas en ángulo, lo que permite transmitir las presiones y evitar que la construcción se desplome al soportar una carga vertical. La última pieza que se coloca en una bóveda es la clave, hasta que no está bien posicionada, la estructura es inestable. Por eso la bóveda se sustentaba mediante cimbras de madera, que sólo se retiraban una vez que se había colocado la clave y la estructura estaba completada.
Entre las claves de bóveda del claustro destacan las geométricas con lazos de inspiración islámica, estrellas de seis puntas y de ocho, vegetales caladas, un castillo y un águila. En suma, modelos muy sencillos que suelen repetirse por todo el monasterio.