Esta majestuosa capilla se construye a mediados del siglo XVII, haciendo desaparecer el ábside rectangular en el que remataba la nave norte. Los premostratenses la edificaron para acoger a los devotos que peregrinaban hasta aquí para postrarse a los pies del milagrero Cristo Yacente, imagen custodiada, desde la Desamortización de Mendizábal, en la iglesia de San Miguel Arcángel de Aguilar de Campoo.
De la imagen del Cristo Yacente se ha dicho: “está hecha con tal arte, que tiene juego en el cuerpo, cabeza, brazos y piernas, y es dado ponerla en cruz. Su estatura de un hombre regular, su rostro hermoso, grave, majestuoso o respetable. No le representa como muerto, sino con semblante de hombre dulcemente dormido que va a despertar”.
Es interesante destacar el capitel románico situado en el arco de entrada que da acceso a la capilla desde la nave de la iglesia. Representa la escena de un caballero entre hojarasca y aves. Es el único capitel figurado conservado en la iglesia.
Actualmente, esta capilla tiene la función de sala de exposiciones dentro del Centro Expositivo Rom.